La potencia del R8 llega hasta las ruedas a través de una caja de cambios R Tronic automática y de seis velocidades, aunque los más puristas disfrutarán mucho más de ella controlándola con el cambio secuencial de la palanca o las levas del volante.
El interior está dominado por cuero y Alcántara, aunque existe la opción de pedir los asientos en cuero únicamente. Lo que tal vez si defraude en cierta forma es su salpicadero, muy similar al ya visto en el Audi A6. La palanca de cambios, toda en aluminio, tal vez puede hacer difícil el acceso a los mandos del climatizador.